Nuevos heroes,APOYO INCONDICIONAL. La afición mexicana es infinitamente superior para la gran final







Tricolores sub 17, nuevos ídolos en el Azteca


Las playeras del popular Chicharito Hernández no han sido vendidas con la misma intensidad, ahora los apellidos Espericueta, Fierro y Casillas son las más reclamadas, las vendas al estilo Gómez no podían faltar


Los Chicharitos comenzaron a escasear, ahora los héroes se llaman de otra manera.




Las camisetas con el mote de Javier Hernández no se venden tanto. Los aficionados que se dan cita en el Estadio Azteca con la ilusión de ver al Tri Sub-17 ganar su segundo título del mundo ya identificaron a sus nuevos ídolos y compran sus casacas.



Camisetas con el nombre de Jorge Espericueta, otras con el de Carlos Fierro y Giovani Casillas aparecen en las espaldas de las prendas piratas que se venden afuera del Coloso de Santa Úrsula.



Las vendas al estilo Julio Gómez también se nota en el panorama. Cuesta de 20 a 30 pesos difrazarse como el niño héroe de Torreón. Todo depende si se quiere con el nombre grabado o simplemente en blanco. Otros prevenidos hasta le agregaron la "mancha de sangre"



De a poco el 7, 17, 9 y 8 de los integrantes del MiniTri diluyen el ya famoso 14 del delantero del Manchester United.



Los vendedores ambulantes de afuera del Coloso de Santa Úrsula hacen su agosto con ventas de casi 200 pesos por persona. Dentro los souvenirs están en hasta mil pesos.



Quienes buscaban alimentos en el interior de las instalaciones del estadio Azteca difícilmente encontraron algo más que las costosas hamburguesas de 50 pesos que ya con un vaso diminuto refresco la cuenta ascendía a 80.



Pero no quedaba de otra, porque muchos de los que buscaron ingresar con alimentos y bebidas externas no lo pudieron hacer, debido a que por reglamentación de FIFA estaba prohibido saciar el hambre con productos que no tuvieran su aval.



Sin embargo, el ambiente era de fiesta. Que los jóvenes del cuadro de México tengan al alcance de sus pies la oportunidad de cubrirse de gloria hizo que la gente no escatimara recursos para poder seguir el encuentro final ante los uruguayos.



Nadie se quiso perder el partido de esos nuevos héroes que ya portan en la espalda.




APOYO INCONDICIONAL. La afición mexicana es infinitamente superior para la gran final

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